
Quienes me conocen saben que soy una negada para pronunciar el francés. No domino ese sutil arte de descolocar (o cambiar directamente) todas las vocales que aparecen en una palabra escrita y ponerle un acento elegante, chic. Yo soy más de alemán, de acento profundo, de palabras con marcado fin, y donde tú lees lo [...]