
Última parada del viaje, primera parada de vuestro infierno porque a raíz de llegar aquí ya comencé con mi burbuja de Vietnam esto, Vietnam aquello, porque Vietnam entonces… y hasta el día de hoy, que algunos seguís sufriéndolo. Lo siento, chiquitos.
Pues llegamos (llego) a Hanói. Os recuerdo que ya había llegado pero no me había quedado. Es una ciudad que los primeros días no me recibió muy bien. Del mismo autor de “Te hemos intentado timar por Grab” y “No somos nada simpáticos en este hotel” llegó “Casi te atropello varias veces” y “Tu tobillo se va a doblar en cada piiiiii calle que pises”. Pero no cundió el desánimo y yo recorrí sus calles con mi tobillo doblándose inexplicablemente cada 5 minutos.
Si Ho Chi Minh era caótica, Hanói es más… menos… es que ni palabras tengo. Creo que Ho Chi Minh me hizo gracia y me pareció más cuqui porque era la primera vez que llegaba a Vietnam. Oh, lo exótico, oh, qué raro es todo, oh, cuánto coche y moto, qué gracia. Tras 15 días por allí velando por llegar al final del día entre coches y motos, cuando llegué a Hanói, pues aquello exótico (el tráfico) pasó a ser molesto y aquello raro (demasiada gente) pasó a afisssssiarme (sí, con ese) y mis palabras eran más “quita, moto, que voy a pasar yo y ni me roces” (nota: este es el método para cruzar – tú empiezas a caminar y ellos te esquivan -). Una, que se iba haciendo con el país.
La parte buena de Hanói, los lagos y parques que tiene y que dan un respiro a la ciudad. Sitios con mucha gente pero con trasfondo verde y azul. Y, oye, como que no está tan mal. Ah, y que es el sitio original del famoso café con huevo que tanta fatiga os dio a algunos y que probé en Hoi An y que a mí me encantó.
Algo de historia…
Hanói es la capital de Vietnam y la segunda ciudad más grande del país. ¿Adivináis la primera? Coooorrecto, mi querida Ho Chi Minh. Al norte del país, se ubica en el margen derecho del río Rojo.
De 1010 a 1802, Hanói fue el centro político más importante del país, pero con la dinastía Nguyen (de 1802 a 1945), fue eclipsada por Hué, aunque fue capital de la Indochina francesa (de 1902 a 1954) y, más tarde, de Vietnam del Norte (entre el 54 y el 76). Como se podrá supone por la primera frase de este apartado, luego pasó a ser la capital del Vietnam reunificado (habéis visto cómo hilo, ¿verdad?).
En Vietnam siempre hay leyendas: Ly Thai To, monarca vietnamita, llegó a una antigua ciudad a orillas de río Rojo. Según cuentan, vio a un dragón dorado emerger del lago y elevarse volando sobre la ciudad. Viéndolo como un augurio, decidió establecer ahí la capital a la que rebautizó como Thang Long o Dragón Ascendente. Como el terreno era demasiado llano para una buena defensa, levantó diques y colinas artificiales. Hacia el año 1010, esta ciudad real de Thang Long (actual Hanói) comprendía 8 palacios y 3 pabellones.
El Templo de la Literatura, la pagoda del Pilar Único y la pagoda Tran Quoc se construyeron en esta época.
Thang Long fue capital hasta 1397, momento en que se trasladó a Thanh Hóa.
En 1408, la dinastía Ming (chinos) atacó e invadió Vietnam, que cambiaron el nombre a la ciudad. Veinte años más tarde, en 1428, los vietnamitas derrotaron a los chinos y bajo el liderazgo de Lê Loi (quien fundó la dinastía Lê Quan) se renombró la ciudad como Tonkin.
En el siglo XVI el rey Gia Long edificó una pequeña ciudadela pero los colonizadores franceses derribaron sus muros y hoy en día solo queda la Torre de la Bandera.
En el siglo XVII llegaron comerciantes holandeses, portugueses y franceses y misioneros cristianos que provocaron cambios en Thang Long. La transformación definitiva y modernización llegó cuando la ciudad cayó en manos de los franceses.
En 1873, Hanói fue ocupado por los franceses pasando a ser la capital de la Indochina francesa en 1887.
La ciudad fue ocupada por los japoneses en 1940 y liberada en 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial, por China, convirtiéndose Hanói en sede del gobierno vietnamita. De 1946 a 1954, fue escenario de una gran lucha entre franceses y vietnamitas pues los primeros intentaron retomar el control de este país. Al fracaso de este intento, la ciudad se convirtió en la capital de Vietnam del Norte. Como bien se sabe, luego entró (continuó) en guerra con Estados Unidos. Tras el final de la guerra, Hanói se convirtió en la capital del Estado cuando Vietnam del Norte y Vietnam del Sur se reunificaron el 2 de julio de 1976.
No sé si habéis contado naciones que hayan pisado Vietnam, pero nos sale un pitote de gente entrando y saliendo que vamos… Pues esa mezcla es la que se ve en las calles de Hanói. Dentro del país, en la ruta que yo hice, claro, me pareció la ciudad más europea y menos asiática de todas. Los palacetes franceses se mezclan con pagodas, el barrio francés se llena de gente comiendo en sus calles, el arte urbano está en la misma acera donde se venden animales a los restaurantes. Sin duda, Hanói es el contraste en sí mismo. También me pareció la ciudad menos amable, donde menos acogida me sentí. No me refiero tanto a hoteles o locales que visitara, sino en la calle. Me pareció que Hanói había perdido su esencia vietnamita, pero llegué a apreciarla así.
Modo turista ON
Catedral de San José. Catedral católica construida en estilo neogótico en 1886 justo después de la entrada de los franceses en la ciudad. Tiene un airecillo a Notre Dame… Delante habían puesto un árbol navideño muy bonito. Los murales que rodean el recinto con imágenes cristianas, muy monas, la verdad. Alrededor de la catedral hay tiendas de artesanía que no te recomiendo visitar si vas con el espacio justo en la maleta/mochila.
La prisión de Hoa Lo, hoy en día museo, que nadie se asuste. Cuando los franceses ocuparon Vietnam, encerraron a muchos revolucionarios vietnamitas aquí. Después, durante la guerra con Estados Unidos, a quienes encerraban aquí los vietnamitas era a los americanos que caían en su lado. Personalmente me impactó. Me encaaaantó cómo lo tienen montado. Aprendí, sufrí y lloré, lo reconozco. No me escondo. Pero fue mi sitio favorito de Hanói. Entrada: 30.000VND (1€).
Las famosas vías del tren atravesando una calle…
Paseo por el Barrio Antiguo. Es la zona de la ciudad que se encontraba fuera de la ciudadela durante la época imperial. Hay muchísimas tiendas donde pararte a comprar cosillas. Y regatear, recuerda. Aquí hice acopio de café vietnamita y de su típico filtro para prepararlo.
Recorrer el mosaico más largo del mundo donde verás escenas de la historia de la ciudad.
Mercado de Dong Xuan. Establecido en 1889, es el mercado cubierto más grande de Hanói. Son cuatro pisos dentro de un edificio de estilo comunista. Yo, aquí, me agobié. Me agobié mucho. Lo recomendaban en todas partes y una, que es una mandá, cumple y va a verlo. Pero vamos, que no es mi mejor recuerdo de Hanói.
El famoso puente de Long Bien. Todo lo que leía de esta ciudad era puente pa’rriba, puente pa’ajo. Pues si hay que ir, se va. Allá que me planté. Levantado en 1903. Fue el primero en cruzar el río Rojo y sirvió al gobierno francés para controlar el norte de Vietnam. Durante la guerra con los americanos, estos lo bombardearon muchas veces dada su posición estratégica.
Paseando me encontré esta antigua torre de agua Hang Dau, levantado por los franceses en 1894, fue el trabajo que marcó la transformación de Hanói en un centro urbano. Hoy en día es como una rotonda (por la forma de moverse por allí, no me queda claro si es una rotonda real con sus normas y sus cosas o si está en medio del caos general)… No se ve un pijo, pero bueno, tampoco creo que les preocupe tal y como conducen allí.
Palacio Presidencia de Hánoi (Phủ Chủ tịch). Dentro del recinto donde está el mausoleo de Ho Chi Minh se levanta este palacete estilo europeo en color amarillo mostaza, literal. Claramente construido por los franceses en la época en la que Vietnam era Indochina. Su arquitecto fue Auguste Henri Videieu. Fue construido entre 1900 y 1906. Este Palacio Presidencial era la residencia del Gobernador General francés de Indochina, máximo órgano de poder en toda la zona dominada por los franceses.
Como se podrá suponer, esto no queda en algo solo de franceses. Esto se eleva a otro nivel cuando, tras la expulsión de los franceses, Ho Chi Minh vivió cuatro años allí y, aquí lo más curioso, ¡en habitaciones de servicio! Lo hizo mientras construían la Casa Zacunda, una pequeña casa de madera muy humilde donde estuvo hasta su muerte.
No se puede visitar, se sigue utilizando para reuniones del gobierno. Solo puedes hacer fotos pero te sientes muy observado porque está lleno de garitas de seguridad y, obvio, policías. Cada foto que hacías con ellos mirándote parecía que te ibas condenando. Pero nada, solo una sensación.
El mausoleo de Ho Chi Minh. Este lugar tardó menos de dos años en construirse, acabando su construcción en 1975. Como bien dicen en la web Viajes a Vietnam, es una mole de arquitectura soviética de 20 metros de alto y 43 de ancho. Este bloque de granito está dentro de un recinto de más 20 hectáreas con algunos jardines, aunque con más seguridad y controles que jardines. Dentro de este recinto: el Palacio Presidencial, el Mausoleo, la casita de madera de Ho Chi Minh y un jardincito.
Muy cerca, en esta misma zona, la Pagoda del Pilar Único (Chua Mot Cot). Esta pagoda hecha entera de madera la mandó construir en el año 1049 el Emperador Ly Thai Tong. Y lo hizo en honor a Avalokiteshvara (la Diosa de la Compasión), en agradecimiento por el nacimiento de su primer hijo. Según la leyenda, el emperador había soñado que la diosa le entregaba un niño varón sentada en una gran flor de loto, lo que inspiró el diseño de la pagoda. Se llama así porque ese único pilar es el tallo de la planta. Se encuentra rodeada por un estanque.
La pagoda fue totalmente destruida durante la guerra contra los franceses (1954) y posteriormente reconstruida.
Estatua de Lenin. No es muy vietnamita, pero es real y os lo quería contar.
La Ópera. Es un edificio colonial construido por arquitectos franceses en 1911, basándose en la Ópera Garnier de París. En esta zona, alrededor, todas las tiendas de lujo que quieras…
Lago Tay. Es el más grande la ciudad y es… la paz absoluta.
Pagoda Tran Quoc, la más antigua de Hanói. Es un islote dentro del lago Tay. Este templo budista tiene 15 metros y es del siglo VI. No siempre fue esta su ubicación, ni su nombre. Cuando se construyó en la orilla del río Rojo se llamaba Khai Quoc. Tras una invasión del río, la trasladaron a donde está ahora. Muy recomendable, gratis y bien bonita.
Templo Quan Thanh. Se levantó en el siglo XI para proteger la ciudadela de malos espíritus. El templo está dedicado a Tran Vu, un dios taoísta que protegió Hanói según la leyenda. Hay una enorme estatua suya de 4 toneladas dentro. La entrada son 10.000VND (0.36€).
La Ciudadela o, también llamada, la Ciudad Imperial de Thang Long. ¿Os suena ese nombre de Thang Long? Ese dragón ascendente, el origen de Hanói. Como hemos visto, lo único que hoy queda de lo que fue es la Torre de la Bandera, pero es agradable ver algunas recreaciones de negocios y casas a la entrada de este recinto, así como pasear por sus jardines y acceder por las diferentes puertas. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el 2010. Mochileros en Tailandia dicen que “con cerca de 1.300 años de historia interrumpida, la Ciudadela de Hanói tiene el honor de ser considerada como el lugar más antiguo del mundo donde se ha mantenido en un mismo lugar el gobierno de un reino o imperio.”
Qué puedes ver hoy: la Puerta Norte (construida en 1802, una de las cuatro entradas que había para entrar a la antigua Ciudad Imperial), la Torre de la Bandera (construida en 1812), el Palacio Kinh Thien (construido en 1428), la Puerta Doan Mon (entrada principal a la Ciudad Prohibida), el Palacio de la Princesa (Hau Lau, lugar de residencia de las concubinas del emperador durante la época de dominación francesa) y la Casa D7, lugar histórico durante la Revolución Comunista pues sirvió como cuartel general del Partido Comunista de Vietnam y Politburó durante la guerra contra los americanos y vecinos del sur.
La entrada cuesta 30.000VND (1€).
Teatro de marionetas del agua. Un espectáculo muy curioso, que a mí me gustó mucho. Con música en directo (orquesta tradicional – una ópera vietnamita que tiene su origen en el norte del país), solo por ver cómo se mueven las marionetas en el agua y las leyendas vietnamitas que cuentan merece la pena ir. Me impactó mucho. Es tremendamente turístico, lo sé, pero es un arte único en el mundo que tiene sus orígenes en el siglo X en el delta del río Rojo. Los granjeros de esa zona pensaron en un modo de hacer espectáculos en su medio natural, en los campos de arroz anegados por el agua. Si quieres, puedes coger audio traductor, que te va contando lo que pasa en la función. Personalmente no lo veo necesario pues lo bonito es disfrutar del espectáculo y del gran trabajo de los artistas detrás de las marionetas, pero bueno. Eso sí, reza para que el de al lado no haya cogido el audio traductor pues suele escucharse casi más que a las propias cantantes de ópera.
Lo vi en el teatro Thang Long y cogí las entradas vía Get Your Guide porque no me daba tiempo a buscar otro sitio, pero muy contenta con la gestión y la ubicación del asiento. Era un ticket en el que no tenías que esperar cola, entrabas directamente. Precio: 12€. Te regalaban unas postales. Aquí podéis buscar mejores ofertas, pero a mí no me dio tiempo. Lo encajé entre dos planes, como pude, rápidamente.
Calle Ta Hien, el templo de la cerveza. Solo os digo que por la noche es llamada Pho Tây o calle de los Occidentales. Y ahí estaba yo… y no, no bebiendo cerveza. Yo solo intentaba ir al otro lado de la calle, pero tardé casi más que en visitar algunos templos. ¡Suerte para los que vayan para allá!
Puente Rojo en el lago Hoan Kiem. Yo me quedaba hipnotizada mirando este puente japonés Mi último banh mi del viaje fue ahí delante, (ad)mirando al puente. No podía llevarme mejor imagen, la verdad.
Templo de la Literatura o Van Mieu. Aquí tuve un debate interno. No tenía dinero para todo (gestionar y respetar presupuestos de viaje is my passion) y debía elegir entre el Museo de la Historia Militar de Vietnam o más conocido como el Museo de la Guerra de Hanói – os lo pongo en vietnamita porque yo sé que os encanta quedaros con estas referencias: Bao Tang Chung Tich chiến tranh– (ya sabéis lo que me pasa con la guerra…) y el Templo de la Literatura (que ya sabéis también lo que me pasa con las cosas relacionadas con libros, estudios…). Bueno, dos días de debate interno. Finalmente, decidí entrar aquí dado que ya había visto el museo de Ho Chi Minh y la prisión y consideré que no había nada mejor. Este sitio fue la primera universidad de todo el país y tenía mucha curiosidad. A día de hoy no me arrepiento. Debo ser la única persona que se ha leído todas las opiniones de viajeros sobre el Museo de la Guerra de Hanói de todas las webs que las ofrecían…
Es un templo dedicado a Confucio (el que inventó la confusión, ¿recordáis? – por favor, decidme que os acordáis de ese glorioso momento en Miss Universo). Existen varios templos Van Mieu por Vietnam pero este es el más famoso pues fue la primera universidad del país. Construido en el año 1070 por el rey Ly Nhan Tong, se ha utilizado como reverso en los billetes de 100.000VND. Al principio sirvió para educar a la realeza, nobleza y clase alta, aunque más tarde se abrió también a los mejores estudiantes del país, hasta que en 1802 se trasladó la Academia Imperial (así era llamada entonces) a Ho Chi Minh. Pasó entonces a ser la escuela del distrito. Los franceses lo declararon monumento histórico, pero más tarde, durante la guerra, tuvieron que alojar heridos y se vieron obligados a derruir algunas partes. Después comenzó un período de restauración.
Pocos estudiantes consiguieron acabar sus estudios: 2.313 en 700 años de historia. Los que lo consiguieron, tiene sus nombres esculpidos en losetas dentro del templo. Dichas losetas están sobre tortugas, pues en la cultura vietnamita, se creen que dan buena suerte. Su fama le venía entonces, entre otras cosas, por la dificultad de sus pruebas y exámenes.
El templo tiene influencias del feng shui chino.
La entrada vale 30.000VND (1€).
- La entrada principal del templo tiene tres puertas. La grande, por la que accedía el emperador, una pequeña a la derecha, por donde accedía la guardia real; y la pequeña de la izquierda, por donde accedían los consejeros del rey. La campana encima solo podía ser tocada por los monjes y se usaba para anunciar que una persona importante estaba llegando. Todo el recinto se divide en cinco patios, siendo los dos primeros desde la entrada, los usados para relajarse por los estudiantes de entonces.
- Pabellón Khue Van Cac. Edificación de 8 techos donde está la constelación de la literatura. Aquí se realizaba la ceremonia del concurso de escritura entre los estudiantes donde se participaba para ver quién era el más sabio.
- Grulla de la suerte. En el patio hay dos grullas posadas sobre dos tortugas, lo que simboliza la suerte y la longevidad. Si las tocas, vivirás mucho más tiempo y serás más sabio. Dan ganas de restregarse con las estatuas para que se pegue toda esa sabiduría.
- Tortugas de la sabiduría. Representan los alumnos más aventajados de la universidad. También dan suerte y transmiten sabiduría si las tocas. Representaban lo que los propios alumnos de la universidad querían alcanzar.
- Pozo de la Claridad Celestial. Estanque que hay en el tercer patio. Ni confirmo ni desmiento que me planteé tirarme con triple salto mortal con tirabuzón y doble pirueta.
- Patio de los sabios, el cuarto patio, dedicado a Confucio y a sus 72 estudiantes honoríficos, y a Chu Van An, un maestro conocido por su devoción a la enseñanza.
- Quinto patio, la universidad en sí.
Acabé mi viaje en Pure Bliss Spa… las chicas fueron encantadoras y súper amables y cuando se enteraron de que eran mis últimas horas en el país, me regalaron un bolsito. Maravilla absoluta.
Escapada a Ninh Binh
Calculo el tiempo igual de bien que el dinero, así que, yo, en mi cabeza, pensando que no había tanto que hacer (ups), decidí cogerme una excursión para visitar Ninh Binh, un sitio que recomendaban en todos lados.
Ninh Binh es una ciudad pequeña en el delta del río Rojo, en el norte de Vietnam.
¿Recomendable? Totalmente. Es un lugar donde no hay nadie, donde estás en pleno contacto con la naturaleza, donde desconectas de ruidos, de aglomeraciones, disfrutas del paisaje, de templos… no sé, es algo que no esperas. La parte buena, es que parece que la gente no va y cuando pide naturaleza piensan más en Sapa o Bahía de Ha Long. Fenomenal, para los demás, id aquí.
Yo me cogí una excursión con Get Your Guide para que me llevaran (nombre de la excursión: Ninh Binh: Hoa Lu, Am Tien Cave, Tam Coc, Bich Dong de Limo – no la encuentro para meter link). Muy majas las chicas y la gente con la que ahí coincidí. Ya sabéis que yo pago para que me lleven, me expliquen, me digan qué comer y me traigan de vuelta, pero podéis hacer todo por vuestra cuenta llegando a Ninh Binh en autobús o tren.
La comida que más me gustó y con la que más la lie
Ban Hoi Chao Tom Cuon Banh Trang (está clarísimo, ¿no?). Es una masa de gambas en caña de azúcar servido con arroz vermicelli, papel de arroz y verduras.
Bun Cha Ha Noi. Esto es el cerdo al grill tradicional de Hanói servido con noodles de arroz y hierbas frescas en salsa. Y, a ver, esto es raro. La mujer llega a tu mesa y te separa la carne. Te deja lo que ves en el plato. Pues, chico, no sé, ya os lo dije en el artículo de Ho Chi Minh: yo con la comida vietnamita la lie mucho. Aquí el ejemplo más evidente. Tú, ¿cómo te comerías esto? Pues no lo vi muy claro en el momento y pensé que lo líquido era salsa, pero resulta que no, que era caldo y entonces no tenía que echarlo por encima, sino meter las cosas sólidas dentro. Bueno, pues como si te sirven un cocido en un plato llano los garbanzos, fideos y carne, y con un cuenquito (muy pequeñito muy pequeñito) con el caldo. Yo qué sé. Claro, luego hablando con una amiga me explicó lo que era eso y quería morirme… entendí la cara de la camarera cuando vino a recoger el plato y vio que el líquido desbordaba. No volví a ese sitio. Vergüenza máxima.
Café con huevo en un sitio cuquísimo que me encontré caminando. Cà Phê Sinh.
Xoi Bo. Arroz glutinoso con ternera. Muy rico. Ni flowers de dónde lo comí.
Una tarta con una pinta deliciosa en la única pastelería que encontré en los 18 días que estuve en Vietnam. ¿Pinta divina, no? Pues yo le hubiera puesto 2 kilos de azúcar. Ansia pura por dulce en este viaje. No os digo ni el sitio porque vais a tener que ir con azucarillos en los bolsillos y queda feo.
Desayuné en un sitio genial, muy muy pequeño pero muy recomendable. An Coffee se llama. En 15 Phu Doan. Ahí comí banh mi (estaba tardando mucho en tomarme uno), un té de jengibre riquísimo que lo ponen con galletitas (por fin algo dulce)…
Mi plato favorito de Vietnam, junto con el que os comenté de Hué. Cha Ca. Tanto me gusta que lo he replicado en Madrid varias veces y diré que con bastante éxito… Lo tomé en Cai Mam Restaurant. Spoiler: se hacen rollitos. Se moja en la salsa. Se come. No lo intentes hacer de otra forma. No funciona, ya te lo digo.
Aquí también un postre, más chino que vietnamita, pero con la influencia que tiene el gigante asiático en este país, pues también. Muy denso… casi me da un soponcio para tomármelo. Lleva huevo dentro. Pastel de luna. No había agua suficiente en Vietnam para que me lo acabara…
Restaurante Nola. Estrecha entrada, maravillosa terraza. Un respiro.
Una especie de donut ensartado en un palo. Persona en su bici. Callejero. Ni una pista de cómo se puede llamar esto.
Pho Tron Xa Xiu Sot. No sé qué os puede generar dudas de esto… todos sabemos que son noodles de arroz con cerdo a la barbacoa con salsa ligeramente picante. Esto lo disfruté en Huong Viet.
Antes de irme, vi que tenían postre. ¡¡Postre!! Me volví a sentar y pedí… me trajeron esto. A la derecha, crema de coco, con una especie de yogur y mermelada. A la izquierda, hielo. Yo, en mi línea, no sabía qué debía hacer… así que ignoré el hielo y me zampé el resto. ¿Alguien tiene alguna idea mejor? Estaba riquísimo, eso sí.
El famoso café con huevo, el original en el Café Giang. Este es el sitio para tomarlo. Además, tienen más variedad y el mío esta vez llevaba algo de cacao, a lo loco.
Por qué tomarlo aquí. Porque su creador fue Nguyen Van Giang, quien en 1946, ante la escasez de leche causada por la guerra contra los franceses, decidió batir huevos hasta formar esa capa espesa tan característica de esta delicia vietnamita. Es un café muuuy dulce pues lleva leche condensada.
Popurri de cosas en un mercado callejero de comida. Todo delicioso…
El banh mi de despedida en el conocidísimo local Banh Mi 25. Mis últimos 20.000VND (0.73€) destinados a comer.
La niña se puso caprichosa
La última noche, en mi última parada por Hanói y ya a un tris de despedirme de Vietnam, me di un lujo relativo (los había más caros y más de lujo) y me alojé en el Hotel La Selva de Hanói, un pelín más caro de lo normal en el barrio francés de la ciudad. El recibimiento, lo amables que son, el sitio, el desayuno… valió la pena cada billetillo que pagué. Y gracias a ellos pude montarme en una de esas motos suyas e ir por el tráfico. Por supuesto que yo no conducía, pero lo hizo el chico de la puerta cuando iba a darme un masaje vietnamita. Hotel de lujo, ubicación excelente, habitación doble, en el desayuno puedes comer todo lo que quieras y repetir tantas veces como quieras (cosa que no debieron haberme dicho porque no tengo medida), te llevan, te traen, tienes varias opciones de masajes, recibimiento de 10. No sé, me parece poco lo que pagué. 1.024.949VND. Asusta pagar millones de dongs vietnamitas, ¿eh? Pues eran 37,33€…
Habréis visto que mis condiciones en el viaje mejoraron a medida que pasaban los días.
No os lo vais a creer, pero ya no tengo nada más que contaros de Vietnam. He volcado toda mi poca sabiduría en los posts, que abajo os los pongo de nuevo para que tengáis todo junto.
- Lo que me contó Vietnam. Primera parada: Ho Chi Minh
- Donde el tiempo se detiene: Hoi An (vía Da Nang)
- Hué, un pedacito de historia… y un puente de colores
- Parece que ya acabo porque llego a Hánoi, pero no. Realmente esto es Sapa
- Por fin, Hánoi… Ah, no, esto es la bahía de Ha Long. Ups
Llegados a este punto, no sé si he sabido transmitiros lo que este país es en general y, en particular, para mí. Fue un reto porque, aunque ya había viajado sola antes, nunca tan lejos, nunca tantos días. Cada persona con la que coincidí y cada cosa que vi las tengo grabadas a fuego. Te interese la guerra o no, este país hay que conocerlo. Hay que vivirlo, disfrutarlo. Si tienes miedos, supéralos porque lo vale, merece la pena.
Cuando revivo aquí todo lo que me pasó, siempre pienso que yo pasé por lo turístico para hacerme una idea general del país, pero que me hubiera encantado haber ido donde pocos llegan, tocar el Vietnam más auténtico y menos abierto al mundo. Tuve la suerte de coincidir con gente que me hizo sentir que aquello era real. No puedo olvidar nada porque fue todo muy intenso. Los mejores y los peores momentos.
Ojalá algún día todos encontréis ese sitio que os emocione cuando lo recordéis (si ya lo tenéis, genial, no dejéis de recordarlo). Yo no soy capaz de hablar de Vietnam sin que se me humedezcan los ojos o se me ponga la piel de gallina. Sin que aparezca una sonrisa y mis ojos se agranden aún más.
Ahora sí, se ha acabado.
