Crema de calabacín e hinojo

Estamos a principio de semana, así que toca empezar la dieta. ¡La operación bikini! 27 años llegando tarde y se ve que este año también será asi… Por lo menos vamos a intentarlo, y de la mejor manera posible.

Fan incondicional de la página Confidentielles, encontré esta receta junto con otras dos que nos ayudan a pasar esa temporada después de Navidad donde parece que todavía sigues llevando esos mazapanes encima. Empecemos por la primera de ellas: sopa de calabacín e hinojo.

Jamás lo había comprado. Es más, me preguntaba cómo la gente lo usaba en la cocina. Hinojo… Me parecía un nombre lejano. Lo había tomado en té, con un olor más que desagradable, pero no me esperaba que estuviera tan bueno en esa crema. Altamente recomendable.

Sopa drenante de calabacín e hinojo

Ingredientes:

• 1 cebolla
• 1/2 calabacín
• 2 hinojos
• Sal y pimienta
• Aceite (la receta original dice mantequilla)
• Yogur griego o crème fraîche

Pasos:

1. Cocinar la cebolla en una sartén con un poco de aceite (en la receta original usa mantequilla).

2. Echar el calabacín y el hinojo cortado. Cocinar en la sartén durante unos 3-5 minutos.

3. Cubrir con caldo de verdura y, a fuego lento, dejar durante 10-15 minutos.

4. Triturar todo y añadir agua si se cree necesario según la textura deseada. Salpimentar.

5. Echar por encima cortado algunas partes verdes del hinojo.

6. Servir con una cucharada de crème fraîche o de yogur.

¡A disfrutar del primer día de dieta!

Pincha aquí para ver la receta original.

La soupe bien drainante au fenouil et à la courgette

Pour deux personnes. Commencez par découper 1 oignon, une 1/2 courgette et le bulbe de 2 fenouils (gardez les tiges vertes pour la suite). Faites revenir l’oignon dans une casserole avec un peu de beurre, puis ajoutez-y la courgette et le fenouil découpés. Remuez le tout pendant 3 min. On se fait les bras ! Versez un bouillon de volaille, puis couvrez la préparation pour la laisser reposer à feu doux pendant 10-15 min. Mixez le tout et rajoutez un peu d’eau si la texture vous semble trop épaisse. Enfin, hachez les feuilles vertes que vous avez conservées. Lors du service, mettez-en quelques pincées dans votre soupe. C’est la petite touche qui change tout !