Donde Doraemon comería… si viviera en Malasaña (sin gluten, sin lácteos)

¿Alguna vez te ha pasado que has leído un cómic japonés o has visto una serie nipona y has pensado «pues yo quiero probar eso»? ¿Y alguna vez has pensado dónde comería Doraemon, Shin-Chan o Sailor Moon si vinieran de visita por Madrid? Pues espero que esto último no porque eso sería raro, la verdad, pero, por si te surge la duda, ya tengo la respuesta.

A veces nos creemos que Japón solo es sushi, como España es “solo” paella. Pero hay más, mucho más, y vamos muy poco a poco descubriéndolo. Del sushi pasamos al ramen y del ramen al okonomiyaki, pero nos estamos dejando por el camino muchas delicias. ¿Y si pudieras comer comida callejera japonesa en el centro de la capital? Escondido en Malasaña se encuentra este pequeño templo japonés, que nos da la bienvenida con farolillos, papiroflexia y arte floral.

Okashi Sanda es un restaurante japonés sin gluten ni lácteos. Perfecto para aquellas personas con algunas dificultades y para aquellos que no pero que quieran conocer un poquito más de la cocina nipona. Un lugar pequeño, con encanto, con una decoración que envuelve la experiencia. Un sitio donde adentrarse un poquito más en esos platos que desconocemos.

Nosotros pedimos:

Takoyaki: plato de comida callejera típico de la región de Kansai. Son bolitas rellenas de pulpo cubiertas de salsa y mahonesa casera.

Poteto Karokke: croqueta japonesa de patata, con carne de ternera, salteado con zanahoria al vapor, setas shiitake y cebolla tierna.

Kabocha Korokke: croquera de auténtica calabaza japonesa, puerro y nata vegetal.

Dorayaki: pastelito favorito de Doraemon. Tortita rellena de anko (pasta de judía roja azuki).

Shortcake: bizocho de nata y fresa. Tarta de navidad japonesa.

Tarta Kabocha: tarta de calabaza japonesa.

Tarta de chocolate y avellana

Si vas entresemana, a medio día, tienes menú del día: bento (típica cajita con compartimentos donde hay diferentes alimentos) y domburi (cuenco de arroz al que se le pone por encima diferentes alimentos).

Enamórate de los platos y los postres caseros, sin gluten ni lácteos, preparados por Tamara Ishihara, el alma de este sitio, que ha querido traer un poquito de su tierra a Malasaña.

NOTA: eternamente agradecida al camarero que nos atendió y que puso todo de su parte cuando intentábamos decirle los nombres de los platos y ni pa’lante ni pa’trás. Porque una lo intentaba, pero, quién sabe si por el hambre o qué, no decía dos palabras seguidas bien.