
Y digo pastela porque realmente es como, pero no es. Lo llamaría empanada pero los gallegos del mundo se me echarían encima. Tarta me han dicho que tiene una connotación dulce. Por lo que pastel ni nos lo planteamos… Pues eso. A mi manera.
Entre lo salado y lo dulce, este plato mezcla sabores bastante contrarios. Pero quien lo ha probado, le ha encantado. Por supuesto, si no es un enamorado de la morcilla, ni lo intentes. La gracia de este plato es el contraste de sabores, luego la morcilla tiene que ser buena buenísima.
Pastela (a mi manera) de morcilla, cebolla caramelizada y pera
Ingredientes:
- 2 morcillas de Burgos (de arroz)
- 1 cebolla
- 1 pera dulce (grande)
- 2 masas de empanada/hojaldre
- 1 huevo
- 2 cucharadas colmadas de azúcar moreno
- vinagre de módena
Pasos:
1. Caramelizar la cebolla: con aceite, poner la cebolla cortada en tiras en una sartén y esperar a que esté transparente. Añadir el azúcar. Remover. Y tras unos minutos, bajar el fuego y añadir un chorrito de aceite de módena (yo lo uso en gel). Dejar cocinar a fuego bajo hasta que espese.
Retirar del fuego y reservar.
2. Cocinar las morcillas en una sartén grande con un poquito de aceite, desmenuzándola.
Retirar del fuego y reservar.
3. Corta la pera en láminas finas.
4. Extender una masa de empanada/hojaldre.

5. Ubicar una primera capa de cebolla caramelizada, luego la morcilla y finalmente la pera. El relleno debe estar frío cuando lo pongas sobre la masa.
6. Cubrir con la otra masa y cerrar bien los bordes.

7. Pintar con un huevo batido.
8. Meter al horno precalentado a 180-200 grados durante 25 minutos o hasta que esté dorada la masa.

9. Acompaña de una ensalada, por compensar, más que nada…
¡Atrévete a probar un plato diferente!