Hong Kong, ven a mí

Nivel de desquicie en estos momentos: no recordar que tenía un blog hasta que dos buenas
personas me encontraron no sé dónde y me empezaron a seguir. Queridos, a vosotros os
dedico este post, que llevo retrasando demasiaaaado tiempo por falta de (1) inspiración, (2)
tiempo, (3) ánimo. Y tú dirás: pues si solo es escribir. Y yo te diré: cierto, pero con su cosa, con
su aquél, con eso que os enamora a los 4 gatos que me leéis (gracias a que me han empezado
a seguir dos más, claro – antes éramos menos).

Tras mucho debate interno, he decidido que nos vamos a Hong Kong hoy. Podríamos irnos a
otro lado, pues también, pero estoy especialmente contenta de este sitio porque llevaba casi
10 años sin tomar comida china/hongkonesa/de la zona. ¿Manía? No, lo contrario. Pude
disfrutar de la mejor comida hongkonesa en una zona de pescadores en un pueblo costero de
Hong Kong y nunca más quise probar lo que nos traen a Europa bajo el nombre de comida de
allí.

Encontré Hong Kong 70 en Instagram y al principio fue una mezcla de “uy, qué bien” con un
“miedito me da”. Empecé a seguirles para observar cómo era eso y qué platos había (como si
yo fuera una experta en comida hongkonesa, mira tú – jajajaja). Y me convencieron. El
momento de oro llegó con el Año Nuevo Chino. Sí, en febrero. Sí, estamos en mayo.
Amadme así de desastre y ya.

NOTA: he vuelto después de eso, así que, bueno, no quedo tan desactualizada.

Menú de año nuevo. Había platos solo de esa celebración, pero otros están en su carta de
forma permanente, así que, no tenéis que odiarme mucho porque todavía podéis disfrutarlos.

Yuan bao. Empanadilla china al vapor con relleno de carne.

Dimsun 4 tipo. Por si preguntáis los entendidos: xie rou Xia ren shao mai, Xiao long bao,
empanadilla de pato con foie, Xia jiao

Pato Pekín 2 estilo:

Crujiente de pato con caviar

Pato asado estilo Pekín (4 rollos)

Chasiu bao zai fan

Pez ardilla

Coliflor china salteada con un toque picante

Tang yuan. Pastel de arroz con relleno de judía roja tempurizado

La siguiente vez que fui, repetí pato al estilo Pekín, coliflor china y probé:
He ye nuo mi ji. Arroz al vapor en hojas de loto con relleno de pollo y char siu

Mochi de mango y mochi de tarta de queso

¿Alguna vez te ha pasado que pruebas algo y está rico, te traen otro plato, y, oye, está más rico, y cada vez que te traen un plato te gusta más que el anterior? Pues así, en bucle, básicamente es la experiencia en Hong Kong 70.

Local maravilloso (tienen hasta una radio con unos añitos, que me enamoró, foto que he puesto arriba no tengo muy claro bajo qué criterio, pero ahí está), servicio inmejorable (son superprofesionales, amables, siempre preguntando si está todo bien, realmente interesándose por ti) y comida mejor que lo anteriormente dicho. ¿Hay algo mejor que maravilloso o inmejorable? No sé, veamos, ¿sublime? ¿Fantástica? ¿Maravillosamente inmejorable?

Mi apartado de agradecimiento: para mis padres. Ellos me llevaron a Hong Kong y, aunque me arruinaron esa comida fantástica hasta ahora (porque nunca pude probar ninguna igual) , me enseñaron el mundo. Y no hay forma en esta vida de pagárselo ni agradecérselo lo suficiente. Yyy, of course, a mis dos nuevos follogüers: por recordarme que debo pasarme por aquí más a menudo. Se me había olvidado cuánto me gusta contaros mis aventuras gastronómicas.

Tened buen día. Probad comida rica. Y no me lo contéis vosotros a mí, que yo me muero de envidia por no estar comiéndola también.

Hong Kong 70

Calle Toledo 28, 28005, Madrid

He visto que han abierto otro local en la calle Nicolás Sánchez 11 (Usera), pero a este no he ido. Todavía.

Como curiosidad os diré que las mesas del local de la calle Toledo están decoradas con auténticas piezas de mahjong. Aquí, información sobre este juego tradicional chino (fuente: Wikipedia):

«Según parece, el mahjong es un descendiente directo de un antiguo oráculo que hace miles de años consultaban los adivinos chinos. Cuando los astrónomos empezaron a registrar las progresiones del Sol, la Luna y los planetas, utilizaron un mecanismo sencillo, un tablero, para calcular las posiciones de los cuerpos celestes. El movimiento a través de los cielos se registraba moviendo unos contadores alrededor de las divisiones del tablero. Este, u otro parecido, es posiblemente también el origen de juegos muy difundidos, como el parchís, o la oca. Pero precisamente en el mahjong resultan reconocibles algunos restos de este origen, como por ejemplo en el hecho de que los puntos cardinales se encuentren invertidos, ya que se trata de representar un mapa celeste, no terrestre, o que se repartan trece fichas, que son los meses del calendario lunar.

De todas formas, la historia del mahjong está poco clara y abundan los antecedentes poco documentados. Por ejemplo, una de las leyendas sobre su origen afirma que el juego fue inventado por Confucio alrededor del año 500 a. C.«

Fantasía.