Huele a canela, huele a tradición: torrijas

Cada año en España en época de Cuaresma y Semana Santa preparamos unos dulces con pan duro, leche, huevos y azúcar que nos acercan a la historia y a las tradiciones. Cuando mordemos ese pan con sabor a canela, no solo ingerimos algunas calorías, estamos tomando historia. Aquí os dejo algo para pensar…

Parece que el origen de este humilde postre se remonta al siglo XV cuando se les daba a las parturientas para aliviar los dolores (año 1600). Otros lo datan en el mismo siglo, pero hecho por monjas para aliviar el ayuno de carne impuesto en esta época.

También se han encontrado referencias a un plato similar en una obra de recetas latinas recopiladas por Apicio.

Lo que parece claro es que este dulce tan típico en esta época del año también sirvió para aprovechar el pan duro de días anteriores. La tradición dice que se debe remojar el pan duro en leche, pero hoy en día puedes encontrar otras versiones, como hacerlo en vino, o con miel.

(Fuentes: Revista Ibérica, Esquire y Wikipedia)

Os dejo aquí la receta de las torrijas de mi familia. Receta que se ha movido mucho estos días en el chat de whatsapp familiar para que se pudiera hacer tanto en Australia, como en Bélgica, como en Sevilla.

Torrijas

Ingredientes:

  • 1 barra de pan de torrijas (o pan del día anterior)
  • Algo más de 1 litro de leche
  • Un trozo grande de cáscara de limón (no echéis limón, que se corta la leche)
  • 120 gr de azúcar (esto es ajustable al gusto del consumidor)
  • 2 ramas de canela
  • 5 huevos
  • Aceite de oliva
  • Canela en polvo y azúcar

Pasos:

  1. Poner en una cazuela la leche, el azúcar, la cáscara de limón y las ramas de canela. Llevar a ebullición.
  2. Cortar el pan. No desechar el pico de la barra, luego veréis para qué.
  3. Meter las rebanadas de pan en la cazuela y dejar unos segundos que empape el pan. Colocar en una fuente con cuidado de que no se rompan.
  4. Poner a calentar aceite en una sartén y comprobar si está listo echando el currusquito de pan. Si se fríe, estamos listos. Nota: si se pone una cáscara de huevo en la sartén con el aceite, evitamos que se haga espuma mientras se frién las rebanadas.
  5. Batir los huevos en un plato amplio (hondo). Tras haber realizado unos cortes a la corteza de las rebanadas de pan con unas tijeras (para evitar que el pan se encoja), sumergir las rebanadas en el huevo y echar a la sartén con el aceite.
  6. Una vez hecha, sacarla y ponerla en un plato, espolvoreando por encima el azúcar y la canela que habíamos reservado en un bol.
  7. Esperar a que enfríen para empezar a comer.
  8. Repetir tantas veces como quieras.

Nota: el aceite habrá que tirarlo, pues si no vas a freír más torrijas no es posible aprovecharlo.

Espero que disfrutéis de este dulce típico que en mi casa siempre ha traído recuerdos, ha dado lugar a debates pero nos ha hecho recordar a los que ya no están. Disfrutad de esta receta que trae memorias e historia.

 

 

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