
Bueno bueno bueno… parece que mi historia de amor con la comida no tiene fin. Incluso aunque lo busque. Incluso aunque lo evite y trate de mantenerme alejada. Pero al final, por unas o por otras, ella viene a mí. O alguien me la ofrece como regalo y, ¿cómo decir que no? No no no. «No quiero ser mal educada…».
O eso me digo a mí misma para aceptar regalos como éste:
Después de dos días haciendo un Plan Detox para «comenzar una nueva vida con la comida», aparece Jorge, de la cocina del hotel, tentándome con esto. Imagínate, después de dos días y medio tomando solo zumos depurativos… me he lanzado.
Y no he parado…
Hasta que no quedaba más…
Ooooh. Delicioso. Base de bizcocho, nata, corazón de fresas… AMAZING! que dicen por estas tierras.
MIL GRACIAS, JORGE. Siempre me estás tentando con la comida que preparas. =) Pero no me importa. GRACIAS.